Organización indígena que tiene como objetivos el resguardo, difusión, respeto a la libre realización del Aya Markay Quilla en Buenos Aires. Por otro lado, denunciar los atropellos, represión, racismo del gobierno de la ciudad que se opone al libre ejercicio de derechos de pueblos originarios, en este caso de quechuas, kollas, aymaras que residen en Buenos Aires.
                En las dos últimas décadas la cantidad de asistentes al cementerio el día 2 se estima que llega a ser de alrededor de 50.000 personas
                        
                        Comienza al mediodia del 1° de noviembre, cuando se arman los mastakus, mesas en honor al alma de los difuntos que retornan a visitarlos. Lo realizan centenares de familias que habitan las diferentes barriadas y villas del sur de la ciudad. Las tantawawas son el símbolo característico de esta celebración, son acompañadas por comidas y bebidas que eran del agrado del ser querido en vida, también, flores, otros alimentos y adornos ausivos al luto
                        
                        Luego de desarmar las mesas, repartir sus elementos entre familia y vecinos, los familiares parten hacia el cementerio, ahora para compartir alrededor de la tumba del ser querido y alegrar su ajayu en las horas previas al momento de la partida hasta el próximo año. Pese a las acciones discriminatorias y racistas del gobierno porteño, las familiares acuden año tras año, persisten en la práctica de su espiritualidad
                        
                        A la media tarde el espacio del cementerio ya contiene a los cientos de familias presentes alrededor de las tumbas. Durante esas horas de recreación de un espacio ritual colectivo, como memoria y enseñanza de los ancestros, se comparte, se visita otras tumbas, bandas de músicos tocan en honor de los difuntos/aa. La identidad colectiva de nuestros pueblos se fortalece con estas prácticas milenarias